Pues bueno...
Ya hemos dado el primer paso importante para adentrarnos en el mundo de la fotografía. Has dejado de guardarte la cámara en el bolsillo, ha llevar un aparato mas aparente colgado del cuello. Ya pareces un fotógrafo, aunque aun no lo seas.
Y empiezas a descubrir otro mundo mas complicado. Antes, encuadrabas y disparabas, ahora cojes tu cámara y dudas unos instantes sobre que parámetros tienes ajustados para el disparo. Miras por el visor y observas que la velocidad del disparo esta a 1/3, y estas en el exterior, mueve la ruedecilla para aumentar la velocidad y recuerda que la tienes a alta velocidad si vas a entrar en una zona mas oscura. El diafragma debes de cerrarlo pues quieres tener en foco una amplia zona, una calle, una plaza. Pero para sacar esa flor que resalta sobre una ventana, acuerdate de abrir el diafragma, quieres un desenfoque selectivo. Y regula el ISO si la foto la vas a hacer en un lugar sombreado u oscuro...
Aún estas a tiempo de dar un paso atras y volver a tu compacta o a tu móvil.
Pero si descubres, como me paso a mi, que los resultados si le dedicas un tiempo a cada toma, son mas satisfactorios y reales, seguiras probando con los ajuste manuales en cada fotografía hasta conseguir distintas tomas de una misma escena.
Es el momento de avanzar, seguir estudiando, y seguir probando.
Ahora el peso de la maquina sobre tu cuello es un molesto recuerdo tras una sesión de fotografía. Si buscas por internet, terminaras comprándote una correa de bandolera.
Esta forma de llevar la cámara es mucho mas cómoda, y mas si la hombrera la buscas de neopreno.
También, con el tiempo, buscaras algún que otro filtro para tu objetivo. En un principio, un UV sobre todo para protegerlo. Que sea de calidad, pues este estará fijo en todo momento a la lente de la cámara.
Te harás con un filtro polarizado, pues los resultados en las fotos de paisajes salta a la vista. Y algún que otro filtro graduado y coloreado (gris, naranja, etc...).
Y dependiendo del tipo de proyecto que te hayas fijado, necesitaras un trípode. Busca en principio uno barato, aunque los suficientemente alto y firme para que te resulte cómodo.
También buscaras un flash. Ya llevas tiempo fotografiando y a veces hechas de menos un poco de luz en ciertas ocasiones. Y además, algún accesorio para el flash, como geles, tapas, disparador remoto, en fin, existen muchas pijotadas para nuestras maquinas, pero sobre todo, piensa bien si te va a resultar necesario, sobre todo, si vas a hacer un desembolso considerable.
Todas estas nuevas piezas de nuestro equipo no es dinero perdido. Piensa que si das el salto a las grandes cámaras reflex, parte de este equipo podras usarlo en tu nueva cámara.
Ademas, buscate, para este abultado aparataje, un bolso o mochila, según tus preferencias. He probado ambas cosas, y siempre la mochila es algo más cómoda que una bolsa en bandolera, pero para gustos...colores. También te servirá para la bridge como para la reflex.
Todos estos últimos desembolsos, solo realizalos si de verdad te ves cómodo con tu cámara bridge, si ves que eres capaz de controlar todos los ajuste de dicho aparato, y si realmente sabes que le vas a sacar provecho. No te vuelvas loco con el consumismo que rodea a este mundo, es de locos lo que puedes llegar a gastarte y a veces para nada. Tu eres el que hace la foto, no tu cámara ni tus accesorios.
Y piensa que si con tu bridge te encuentras a gusto, a no ser que quieras complicarte la vida en demasía, quedate con ella y aprovechala. Yo cambie a los cinco años a la reflex y aun no había sacado todo el potencial de la misma.